Estas son las cartas que México aspira a colocar en la mesa de la renegociación de NAFTA
CIUDAD DE MÉXICO.- Delegados de México, Canadá y Estados Unidos llegan a su tercer día de la cuarta ronda de negociaciones para la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés) en Washington DC, en medio de tensiones por las propuestas hechas por los representantes estadounidenses.
Se trata de la ronda más sensible hasta el momento, pues EEUU ha puesto formalmente dos temas complejos en la mesa: la cláusula de extinción, la cual propone que el NAFTA se revise cada cinco años (con ello abre la posibilidad que el acuerdo expire); también ha mencionado la idea de aumentar el contenido regional que los autos deben tener para calificar a un libre de aranceles, es decir, EEUU quiere que 50% de los automóviles sean fabricados en su territorio.
El secretario de Economía mexicano, Ildefonso Guajardo, declaró a la cadena Televisa que el nuevo tratado no debería tener la cláusula de extinción, pues "se necesita certidumbre y estabilidad en bien de las cadenas de suministro".
El presidente Enrique Peña Nieto dijo el jueves que "México tiene el interés de lograr un buen acuerdo, pero será importante que este acuerdo sea positivo para las tres partes, no lo puede ser solo para una, ni podemos ser rehenes de una sola posición".
El mandatario mexicano calificó de “imaginativas” y “creativas” las declaraciones de su homólogo estadounidense Donald Trump, respecto a un acuerdo comercial entre EEUU y Canadá, pero sin México. Peña hizo un llamado a no prestar atención a los dichos y centrar la atención en la mesa de negociaciones.
Pero, ¿cuáles han sido las contraofertas hechas hasta el momento de los negociadores mexicanos? Es un misterio, pues los representantes de los tres países firmaron un acuerdo de confidencialidad antes de iniciar las conversaciones.
Sin embargo, medios de comunicación y agencias como Reuters han conseguido informantes los cuales han dado detalles de las propuestas de Estados Unidos, las cuales México y Canadá han rechazado rotundamente hasta el momento.
Las cartas de México
México no llegó en blanco a las rondas de negociaciones. En agosto pasado la Secretaría de Economía publicó cuatro de los objetivos clave para la renovación del NAFTA.
- Fortalecer la competitividad de América del Norte: con ello México plantea que en la región haya empleados mejor preparados para los nuevos requerimientos del sector laboral; pide que los socios del NAFTA mantengan la no discriminación para inversionistas; evitar normas o regulaciones injustificadas; mejorar los procedimientos aduaneros, y mantener el preferencial para los bienes y servicios mexicanos, en especial los productos agropecuarios.
- Avanzar hacia un comercio regional inclusivo y responsable: la delegación mexicana propone fomentar la participación de pequeñas y medianas empresas; medidas contra actos de corrupción; mejorar la infraestructura fronteriza; e incorporar la perspectiva de género en algunas disposiciones del NAFTA.
- Aprovechar las oportunidades de la economía del siglo XXI: se propone que los socios del NAFTA aprovechen los cambios ocurridos en la industria energética mexicana; impulsar el comercio electrónico; que EEUU y Canadá brinden más a prestadores financieros e inversionistas mexicanos; integraciones de los mercados de telecomunicaciones; y la protección de la propiedad intelectual de los innovadores.
- Promover la certidumbre del comercio y las inversiones en América del Norte: consolidar el régimen legal de las empresas estatales; solución de controversias del NAFTA; promover la libre competencia con el intercambio de información entre las naciones socias del tratado; y certidumbre jurídica a proveedores mexicanos en procedimientos de contrataciones públicas en la región.
¿Quiénes son los principales negociadores mexicanos?
Kenneth Smith, director de oficina en la embajada de México en Washington, es el jefe técnico de la delegación mexicana en la negociación; Juan Carlos Baker, subsecretario de Comercio Exterior en la Secretaría de Economía; y Salvador Behar, director para América del Norte de la misma dependencia.
Los negociadores mexicanos se han planteado “no dar un paso atrás” en el NAFTA, que lleva más de dos décadas y el cual el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, considera que ha perjudicado a los estadounidenses, mientras que México y Canadá consideran que en términos generales se han beneficiado.
El 'Plan B' de México
Son siete las rondas de negociaciones pactadas, pero conforme avanzan las conversaciones, crece la incertidumbre y las dudas sobre un acuerdo exitoso, sobre todo por la aproximación que desde la Casa Blanca se hace a las conversaciones con lo que algunos han descrito como una actitud de "tomar o dejar" las propuestas presentadas.
Ante ese escenario, funcionarios mexicanos han hecho declaraciones relacionadas con un plan alternativo. El canciller Luis Videgaray advirtió que si México se sale del tratado no será el “fin del mundo”, pues “hay cosas que no vamos a aceptar”.
El presidente Peña Nieto dijo que México ha comenzado una estrategia para ampliar sus mercados a nuevos horizontes, fortaleciendo la Alianza del Pacífico, la cual permite el libre comercio con Australia, Brunéi, Canadá, Chile, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur, entre otros.
Con los nuevos objetivos de política exterior, México intentará tener mejor relación con Argentina y Brasil, así como fortalecer su trabajo en el 'triangulo norte' de Centroamérica, donde se encuentran Guatemala, Honduras y El Salvador. Se prevé además modernizar el Tratado con la Asociación Europea de Libre Comercio y un nuevo acuerdo comercial con Reino Unido, tras el Brexit, la salida de Londres de la Unión Europea.
El secretario de Hacienda mexicano, José Antonio Meade, adelantó que el gobierno está buscando medidas arancelarias en caso de que las negociaciones para modernizar el NAFTA no sean exitosas.
La cuarta ronda de negociaciones concluirá el próximo martes 17 de octubre, en tanto el peso mexicano y la Bolsa de Valores han perdido terreno ante el incremento de especulaciones respecto al NAFTA.