null: nullpx
Salud Infantil

“No le des besitos ni le toques las manos”, la petición incómoda que hago para proteger a mi bebé durante las fiestas

Es la época para compartir con lo seres queridos, pero también la asociada a más casos de influenza y del Virus Respiratorio Sincitial, que puede ser muy peligroso para los infantes. Ya lo viví con uno de mis hijos mayores y haré todo lo que pueda para evitarlo con la más pequeña. Muchas madres y doctores comparten este mismo sentimiento.
22 Dic 2019 – 05:10 PM EST
Comparte
Cargando Video...

Son adorables y lo que provoca es abrazarlos, agarrarles las manitos o caerles a besos, pero si de verdad quieres demostrarle a mi bebé cuánto la quieres, evita hacerlo pues, con la mejor de las intenciones, podrías contagiarle temporada decembrina.

No se trata sólo de la virus respiratorio sincitial (RSV, por sus siglas en inglés), uno menos conocido que en adultos parece un resfriado común, pero que puede ser muy delicado para los infantes.

La experiencia así se lo ha enseñado a muchas madres como yo, que tuve que correr a la sala de emergencias con otro hijo (para entonces un bebé) hace unos años, o, peor aún, a muchas otras que terminan en la unidad de cuidados intensivos de un hospital.

Fue lo que le pasó a Ariana DiGrigorio, quien hace unos meses publicó un post que se hizo viral.

“Temporada del RSV. Adultos, son contagiosos 24 horas antes de empezar a tener síntomas. Por favor alejen sus bocas/alientos del rostro, manos o pies de los bebés. No se conviertan en la razón por la que un bebé es hospitalizado (o muera) simplemente porque ‘era tan tierno que tenía que darle un besito’”, escribió.

Su bebé, de para entonces 8 meses, fue uno de los más de 57,000 menores de cinco años que, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, son hospitalizados por una infección asociada al RSV, que es más común en el otoño, invierno y primavera y se transmite por el aire o al tocar superficies contaminadas donde puede permanecer hasta 48 horas.

Para los adultos usualmente no pasa de un resfriado (una simple congestión con tos o, si acaso, fiebre), pero a veces puede ocasionar severa dificultad respiratoria en los más pequeños o en personas con el sistema inmune comprometido. 2 de cada 100 niños menores de 6 años que tienen RSV deben ser hospitalizados.

“¿Ustedes creen que la persona que llega con gripe o enferma a besar a su bebe va a estar con ustedes en el hospital? Ya sabemos la respuesta: No”, dice el pediatra Ilan Shapiro al insistirle a los papás con niños pequeños que tomen precauciones durante esta temporada.

Así que no es paranoia de mamás sobreprotectoras. Es un mensaje que hacen los pediatras y las autoridades sanitarias, y que muchas veces -aunque nos incomode mucho- tenemos que repetir nosotras a los bienintencionados que, por no saber o no importarles, se precipitan a agarrarle las manitos o caerle a besos a nuestros hijos.

Una temporada severa de RSV

“Es súper incómodo como padre tener que decirle a alguien (especialmente si es un familiar o amigo) que se aleje de tu bebé. También es súper difícil evitar que alguien bese a tu hijo cuando ya están por hacerlo”, agrega DiGrigorio en su post, algo con lo que me identifico totalmente.

No siempre he sido capaz de hacerlo o por vergüenza o 'buena educación', pero cada vez más intento que eso no me frene. Después de todo, mucho mayor será el arrepentimiento si la bebé llega a enfermarse. Sobre todo, tomando en cuenta que esta temporada de RSV ha sido particularmente severa en comparación con la anterior, lo que ha constatado en su consultorio la pediatra Carla Garcia Carreno, especialista en enfermedades infecciosas pediátricas del Children’s Medical Center Plano, en Dallas.

“Hemos visto mayor número de casos y una mayor severidad donde los bebés han necesitado estar hospitalizados y un gran porcentaje de ellos ingresar a terapia intensiva”, dice.

Si te pido que uses el sanitizador de manos antes de cargarla (o no te dejo cargarla), no te ofendas: no es nada personal: las madres simplemente tenemos que confiar en nuestro instinto protector.

Es cierto que los niños se enferman y que es parte del curso natural de crecer mientras se va desarrollando el sistema inmune, pero también es nuestra responsabilidad hacer lo que podamos para evitar que contraigan enfermedades peligrosas.

¿Estoy sobreactuando? No, responde García Carreño. “Los pediatras y médicos de familia recomiendan no besar en la cara del bebe para no transmitir enfermedades que pueden estar en saliva o secreciones respiratorias. Besar en la parte de atrás de la cabeza (cerca de la nuca) del bebe es preferible. El mismo principio aplica al tocar las manos de los bebes, podemos transmitir agentes infecciosos a sus manitas, y ellos se las van a llevar a la boca después”, insiste.

Shapiro concuerda y así se lo explica a los papás en su consulta: “Es una inversión de tiempo. El bebé en esta etapa necesita un poco más de protección, pero después habrá muchísimos años más para ser apapachado por la familia”.

Por eso, si tienes lo que crees tú es sólo un resfriado, por favor quédate en casa (o al menos no traigas tus gérmenes a la mía). Y así no presentes síntomas, cumple con estas medidas de higiene. Nadie puede saber con certeza si está o no incubando algo:


  • Lávate las manos mucho y correctamente. Eso quiere decir con jabón durante 20 segundos y mejor si es agua caliente. En su defecto, usa el sanitizador de manos.
  • Evita los besos, abrazos o compartir cubiertos con personas enfermas (y mejor abstente del todo si se trata de un bebé).
  • Cúbrete la boca al estornudar o toser (con un papel desechable, con el codo -nunca las manos- o hazlo dentro de tu camisa).

Yo, por mi parte, siempre desinfectaré juguetes y superficies que suela tocar la bebé. La gente infectada por RSV puede dejar los gérmenes dondequiera que toca y ahí pueden permanecer de 24 a 48 horas.
También le pondré la vacuna de la gripe a mi pequeña apenas cumpla los seis meses (antes no se permite). Desafortunadamente, no hay una contra el RSV, pero los científicos están trabajando para desarrollarla. Lo que sí existe es una medicina que se da únicamente a los niños que nacen prematuros (menos de 29 semanas) o que tienen condiciones pulmonares crónicas.

Además, estaré atenta a los síntomas: fiebre, congestión nasal los dos primeros días y luego tos, sibilancias en el pecho y, a veces, dificultad respiratoria.

Casi inevitable pero sí postergable

Tarde o temprano pasará. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades es un virus tan común que todos los niños se habrán contagiado en sus primeros dos años de vida. Pero mejor que sea lo más tarde posible.

Que un bebé se contagie con el RSV no implica necesariamente que vaya a desarrollar complicaciones, pero mejor prevenir que lamentar. El RSV se puede presentar de muchas maneras: congestión y tos o peor, como dificultad respiratoria o neumonía. Si no está comiendo bien, tose mucho o tiene dificultad respiratoria es mejor consultar al médico.

¿Cómo saber si hay dificultad respiratoria? Si hunden mucho la barriga al respirar (retractaciones intercostales) o si sus fosas nasales se inflan mucho. También si respiran más rápido de lo normal (para ello, puedes revisar cuántas respiraciones por minuto son las adecuadas por edad). Esto es algo que también aprendí con mi segundo hijo.

Con él pasé innumerables y largas noches contando respiraciones por minuto, nebulizándolo cada cuatro horas y debatiéndome a cada instante si correr o no al hospital.

Si quieres evitarnos a mí, a mi pequeña y a miles de madres e hijos estos malos tragos sólo te pido una cosa: no beses, toques las manos, ni te le acerques demasiado a mi bebita en estas navidades.

Loading
Cargando galería
Comparte
RELACIONADOS:Influenza