null: nullpx
Elecciones 2016

Arizona podría convertirse en estado 'péndulo' por culpa de Donald Trump

Cuáles son los factores que están haciendo de este estado históricamente rojo, en el que cualquier candidato republicano tenía casi asegurada la victoria, un potencial estado azul.
19 May 2016 – 07:44 PM EDT
Comparte
Default image alt
Seguidores de Donald Trump. Crédito: Getty Images

La probable nominación Donald Trump como candidato presidencial por el Partido Republicano podría estar poniendo en juego estados que parecían estar asegurados para los republicanos.

Uno de ellos es Arizona, el estado con la sexta población de latinos más grande del Estados Unidos y donde las encuestas indican que tanto Hillary Clinton como Bernie Sanders le ganarían a Trump en las venideras eleccciones de noviembre.

En principio, en la campaña presidencial se esperaban siete contiendas reñidas en los llamados estados péndulo o swing, (aquellos que no votan consistentemente ni republicano ni demócrata): Ohio, Colorado, Iowa, Nevada, New Hampshire, Virginia y Florida.

Pero debido a los pobres números de apoyo que tiene Trump entre los votantes hispanos a nivel nacional, y en algunos estados, es probable que la lista aumente para las elecciones de noviembre.

Los republicanos desde hace algunos años vienen experimentando una baja de popularidad entre las minorías, pero en el caso particular de Arizona el problema parece responder a una causa: Trump y su discurso incendiario contra los latinos.

Si bien los expertos opinan que aún es temprano para afirmarlo, este puede ser un nuevo dolor de cabeza para los republicanos y un nuevo terreno fértil para los demócratas.

El caso Arizona

“Es concebible que Arizona se convierta en estado azul en las próximas elecciones ya que un Donald Trump como candidato puede estimular una mayor participación hispana, aunque es demasiado pronto para decirlo”, dijo a Univision el director del Centro de Políticas de la Universidad de Virginia, Larry Sabato .

Los cerca de 2,1 millones de hispanos de Arizona representan el 31% de la población del estado y unos 992.000 de ellos son votantes elegibles, según datos del Centro de Investigaciones Pew.

En los último años, el estado está entre los primeros diez en crecimiento de población latina, algo que ciertamente se manifestaría en las urnas en algún momento.

A excepción de la elección presidencial de 1996, en la que por una mínima diferencia ganaron los demócratas con Bill Clinton y Al Gore, históricamente en Arizona han ganado las fórmulas republicanas.

En la última elección presidencial de 2012, el candidato republicano Mitt Romney ganó la contienda con un 54.2% sobre un 44.1% que obtuvo Barack Obama, una gran diferencia a favor de los republicanos cercana a los 10 puntos porcentuales.


Pero Donald Trump podría cambiar esta tendencia con su promesa de construir un muro en la frontera con México, de establecer políticas migratorias más duras y sus insultos hacia los mexicanos.

Una encuesta hecha por Behavior Research Center en abril, cuando aún estaban en carrera contra Trump el gobernador John Kasich y el senador Ted Cruz, muestra que el candidato demócrata Bernie Sanders le ganaría en una eventual elección presidencial a cualquiera de los tres.

Mientras que la exsecretaria de Estado Hillary Clinton perdería en una elección general contra Ted Cruz y John Kasich, pero le ganaría con un 42% frente a un 35% de Donald Trump.

Estos números negativos pueden relacionarse directamente con el problema de imagen negativa del magnate entre los hispanos de Estados Unidos. Según una encuesta de Gallup un 77% de los latinos lo ven desfavorablemente y solo un 12% tiene una visión favorable del candidato.


Por ello, Arizona podría ser solo uno de los estados en peligro para los republicanos.

Sabato advierte en un estudio que Arizona es solo uno de los terrenos tradicionalmente rojo y que para estas elecciones podrían peligrar: Georgia, Indiana y Missouri serían otras de las cartas en juego.

¿La culpa es de Trump?

Según la opinión de los expertos, el partido republicano vive una crisis que precede a la aparición del magnate.

Para Sabato, parte del problema es que “el partido republicano se ha convertido en un espacio con muy pocas minorías de todo tipo”.

Varios observadores coinciden en que en los estados en donde la diversidad étnica crece, los votos republicanos retroceden.

“Tras haber perdido en 2012, han hecho sondeos para encontrar el problema de su descendiente popularidad y se han encontrado que para volver a ser el partido mayoritario del país, debían atraer a votantes hispanos y a las mujeres. Pero han hecho exactamente lo contrario”, explica Eduardo Gamarra, doctor en Ciencias Políticas y profesor de la Universidad Internacional de Florida.

Los analistas advierten que el factor Trump podría provocar que se registren más personas como votantes para emitir votos en contra del magnate.

Si bien los expertos coinciden en que el partido vivía un momento crítico previo, Donald Trump puede y su discurso repelente hacia los hispanos (y también hacia las mujeres o los musulmanes) podría estar acrecentando el problema, sobre todo en estados con importantes poblaciones minoritarias.


El mapa electoral

En la actualidad, la configuración electoral de los Estados Unidos, explican los expertos, es más favorable al lado demócrata.

¿Por qué? Se necesitan 270 votos electorales para llegar a la Casa Blanca. Los demócratas, desde el comienzo, ya suman cerca de 240 por tener bajo su dominio varios estados (unos 18) con un alto número de votos electorales.

Los republicanos, por el contrario, poseen unos 13 estados que sumados les otorgan apenas unos 102 votos. Una tendencia que se ha repetido en todas las elecciones desde 1992.

Gamarra explica: “el crecimiento de la población hispana es una de las claves, el país está cambiando y el factor demográfico es una parte fundamental del cambio".

Un terreno fértil para Clinton

Siendo Clinton la que más posibilidades tiene de competir por la Casa Blanca contra el magnate, la pregunta es si aprovechará su campaña este nuevo campo de batalla que en otros años le habría sido casi imposible de conquistar a un demócrata.

Jorge Silva, vocero de la campaña presidencial de Hillary Clinton dijo a Univision que se "buscará ganar todos los votos posibles, incluso en Arizona", aunque no precisó si eso implicaría mayores inversiones o esfuerzos de campaña en ese estado.

Algunos observadores sospechan que la campaña de Clinton, después de la convención de julio en Filadelfia en la que los delegados elegirán al nominado demócrata y en donde todo apunta a que la exprimera dama será la elegida, sondeará y evaluará a Arizona para ver si realiza una apuesta allí.


Lea más:


Comparte
RELACIONADOS:Joe Arpaio