El caso del joven abatido por un agente de la Patrulla Fronteriza mientras estaba en territorio mexicano regresa a la Corte Suprema

Han pasado 9 años y la Corte Suprema de Estados Unidos aceptó este martes considerar el caso de una familia mexicana contra el agente de la Patrulla Fronteriza estadounidense que mató a Sergio Adrián Hernández Güereca, de 15 años, al dispararle cuando el joven estaba en territorio mexicano
El 7 de junio de 2010, una bala disparada por desde EEUU alcanzó en México a Sergio Adrián Hernández Güereca de 15 años. “Keko” como le llamaban sus amigos, jugaba con tres de ellos en el lecho del río Grande que separa Ciudad Juárez en el estado mexicano de Chihuahua de El Paso, Texas. De acuerdo con la versión de la familia, el adolescente se divertía tocando la alambrada fronteriza hasta que la bala lo alcanzó.
La famila de Hernández quiere que se le permita demandar ante tribunales federales a Jesús Mesa, y señalan que se violó el derecho de Hernández al debido proceso en virtud de la Quinta Enmienda de la Constitución.
Será a finales del 2019 cuando la Corte Suprema vuelva a escuchar los argumentos de las partes implicadas en la muerte del adolescente Sergio Adrián Hernández.
Los padres del joven, apoyados por el Gobierno de México, ya llevaron el caso a la Corte Suprema en junio de 2017. En ese momento el alto tribunal se negó a tratar la denuncia y la remitió a un tribunal de apelación de la ciudad de Nueva Orleans, que confirmó la inmunidad a Mesa, ya que los magistrados consideraron que las protecciones constitucionales estadounidenses no se podían aplicar para un mexicano muerto en su país
Una audiencia incompleta
El 21 de febrero de 2017 durante la audiencia de la Corte Suprema los ocho magistrados que entonces integraban la Corte, tras el fallecimiento de Antonin Scalia, escucharon los argumentos. Los jueces considerados como progresistas, señalaron que la muerte de Sergio ocurrió en “tierra de nadie” por lo que no es claro donde acaba la jurisdicción estadounidense y dónde empieza la mexicana.
En una entrevista durante 2017 con Univisión Noticias, María Guadalupe Güereca, madre de Sergio Adrián dijo que “ no por que sea mexicano y estuviera en suelo mexicano tenía derecho a matarlo”.
Un día después de la muerte de Hernández, el FBI mencionó que el agente fronterizo que disparó se topó con un grupo de jóvenes que traficaban migrantes que intentaban entrar de manera ilegal a los Estados unidos, que estos lo rodearon y recibió pedradas.
Pero 24 horas después, un video grabado con un celular desde el puente fronterizo y filtrado a Univisión Noticias contradijo la versión oficial: los jóvenes no rodearon al agente y en las imágenes no se ve a Sergio lanzar piedras antes de recibir el disparo.
José Rodríguez, un caso similar
El debate judicial provocado por la muerte de Sergio Hernández coincide con el caso d e José Rodríguez, joven mexicano de 16 años abatido el 10 de octubre de 2012 en la ciudad mexicana de Nogales.
Los familiares de Rodríguez han dicho que el joven caminaba cerca de la frontera cuando el agente estadounidense Lonnie Swartz, apostado en Arizona, lo mató a tiros.
La noche del 10 de octubre de 2012 el agente Swartz disparó su pistola a través de la cerca de la frontera en Nogales en 16 ocasiones durante 34 segundos, desde tres posiciones diferentes, en respuesta a personas que estaban lanzando piedras.
La justicia estadounidense juzgó a Swartz por lo ocurrido, pero tras varios días de deliberaciones éste fue absuelto de los cargos de asesinato en segundo grado por que el jurado en esa ocasión no pudo llegar a una decisión.
La madre de la víctima presentó entonces una denuncia por lo civil en Estados Unidos, y un tribunal de apelación federal itió su recurso.
El Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, ha hecho de la lucha contra la inmigración ilegal una de sus prioridades, y ha solicitado a la Corte Suprema rechazar las denuncias de las familias.
Por su parte el gobierno mexicano ha reclamado que los agentes estadounidenses sean considerados "responsables" de sus actos, subrayando que han matado "a decenas de personas en la frontera en los últimos años".