“Esto es sumamente persistente”: más de 80 millones de personas bajo alerta por calor extremo
La ola de calor que ha dejado registros históricos de temperaturas muy altas en Estados Unidos todavía permanecerá unos días más, de acuerdo con las previsiones meteorológicas.
El boletín del Servicio Meteorológico Nacional (NWS) de este miércoles advierte que más de 80 millones de personas se encuentran bajo una advertencia o vigilancia de calor excesivo o aviso de calor en la región sur de los 48 estados inferiores, debido al domo de calor.
Se espera hasta el final de la semana un calor récord también en los estados de las Cuatro Esquinas, Texas hasta el Valle del Bajo Mississippi y el sur de Florida.
Las temperaturas diurnas alcanzarán los tres dígitos en el Desierto del Suroeste y las Llanuras del Sur este miércoles, mientras que la costa del Golfo y el Medio Sur pueden esperar máximas diurnas cercanas a los 100 °F hasta el jueves.
La sensación térmica podría ser de hasta 110 °F en Little Rock, Arkansas; 107 °F en Memphis, Tennessee y 105 °F en Nueva Orleans, Louisiana.
Mientras tanto, las temperaturas mínimas diarias se mantendrán bastante altas.
Incluso partes del sur de Florida seguirán lidiando con un calor sofocante, en gran parte debido a temperaturas superficiales del mar por encima de lo normal y vientos más suaves de lo normal en todo el estado.
El NWS advirtió que la costa del golfo de México y el sur pueden esperar temperaturas de 90 ºF a 93 ºF.
El calor extremo en Phoenix rompió este miércoles un récord para centros urbanos en Estados Unidos, al cumplir el martes 19 días consecutivos registrando temperaturas de 110 Fahrenheit o más.
Ninguna de las 25 ciudades más pobladas del país ha tenido una racha de días de 110 °F o noches de 90 °F más prolongada que Phoenix, refirió el historiador meteorológico Christopher Burt de Weather Company.
La tendencia persistente del calor extremo
“Es terrible cuando incluso de noche no hay alivio”, expresó Matt Salerno, meteorólogo del NWS.
La duración de la ola de calor en Phoenix es notable aún en un verano en que gran parte de Estados Unidos y del mundo se ha visto agobiado por sofocantes temperaturas, lo que según científicos se debe al cambio climático.
Lo que está ocurriendo en la zona metropolitana de Phoenix es mucho peor que un simple aumento esporádico de las temperaturas, dicen expertos, y presenta un peligro para la ciudadanía.
“La exposición al calor a largo plazo es más difícil de soportar que uno que otro día caluroso, especialmente si de noche no está volviendo a refrescar lo suficiente como para poder dormir”, declaró Katharine Jacobs, directora del Centro de Estudios Climáticos de la Universidad de Arizona.
“Esto probablemente será uno de los períodos más notables en nuestros registros de salud pública, en cuanto a decesos y enfermedades”, alertó David Hondula, director del Departamento de Combate al Calor de la ciudad de Phoenix. “Nuestro objetivo es evitar que eso suceda”.
“Esto es sumamente persistente”, señaló Isaac Smith, del Servicio Meteorológico Nacional. “Vamos a seguir teniendo esta tendencia, por lo que vemos”.
Cómo enfrentar la ola de calor
El NWS advirtió que es "esencial" que los habitantes de las áreas que sufren olas de calor tomen precauciones para enfrentar condiciones potencialmente mortales.
El NWS llamó a mantenerse hidratado y usar aire acondicionado cuando sea posible, ya que los ventiladores podrían no ser suficiente; cancelar actividades al aire libre en horas del día; usar ropa ligera y holgada y estar pendientes de personas mayores, niños y mascotas.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan estar pendientes de los signos y síntomas de advertencia de problemas de salud relacionados con el calor como pulso rápido y fuerte, dolores o espasmos musculares, mareos, desmayos, piel caliente, roja, seca o húmeda, náuseas, y sarpullido por calor, o grupos rojos de pequeñas ampollas similares a granos en la piel.
El NWS llamó a “ no subestimar los peligros de esta ola de calor de larga duración” y advirtió que existe un “riesgo muy alto” de padecer complicaciones de salud relacionadas con el calor para quienes no tomen medidas para protegerse.