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Alemania

La silenciosa estrategia con la que Putin busca ahogar a Europa

El euro desplomándose, la inflación disparada y la incertidumbre del suministro de energía que amenaza con desembocar en una recesión: a la Unión Europea se le multiplican unos problemas económicos que casi siempre se pueden explicar por la discreta mano de Putin.
Publicado 31 Jul 2022 – 10:16 AM EDT | Actualizado 31 Jul 2022 – 02:07 PM EDT
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Las autoridades europeas ya hablan de ducharse menos y evitar el aire acondicionado, evidencia de cómo los ciudadanos de la Unión Europea se empiezan a tener que hacer cargo de la factura que pasa la guerra económica contra Vladimir Putin por la invasión a Ucrania y que ya hay quien llama la "guerra del gas".

Después de que la semana pasada volviera a fluir el gas ruso a Alemania tras la interrupción por mantenimiento del gasoducto Nordstream 1, Gazprom advirtió que a partir del miércoles el flujo pasará del 40% al20 % de la capacidad del ducto.

La justificación es la parada de una turbina por mantenimiento, la misma explicación que dio para la interrupción y el reinicio al 40%.

En Bruselas no se fían y quieren reducir a toda costa su dependencia del gas ruso, un arma demasiado poderosa que tiene Putin para responder a las sanciones, y que, si se quiere discretamente, está usando.

Así acordaron este martes reducir el consumo de gas en un 15% para ahorrar de cara al invierno y prepararse ante posibles interrupciones del suministro por parte de Rusia.

Además, en los últimos días los europeos se han encontrado con un nuevo dolor de cabeza: la caída del euro hasta alcanzar la paridad con el dólar, algo que los expertos explican, entre otras cosas, por la incertidumbre del suministro del gas y el riesgo de entrada en recesión.

Un peligro azuzado la semana pasada con la extraordinaria subida de la tasa de interés anunciada por el Banco Central Europeo (0.5 puntos, el doble de lo previsto), la primera en once años. Porque, como EEUU, Europa también tiene un problema serio de inflación: 8.6% interanual en junio en la eurozona.

Así es que con inflación, escasez de fuentes de energía, riesgo de recesión Europa enfrenta lo que ya algunos llaman la "guerra del gas", la respuesta de Putin a las sanciones económicas a Rusia (la semana pasada se unió el veto al oro) por la invasión de Ucrania.

Mientras Rusia se aprovecha de la subida de los precios del petróleo y el gas que la crisis ha desatado.

¿Le ha cortado Putin el suministro de gas a Europa?

Antes de la invasión de Ucrania, Rusia suministraba el 40% del gas que consumía Europa, en algunos países hasta el 100%. Actualmente no llega al 15%, y bajando. De hecho, Moscú ya había reducido significativamente el suministro incluso antes de la invasión dejando de ofrecer en el mercado spot. Y, tras las sanciones, hasta le cortó el gas a seis países europeos y redujo los suministros a otros seis.

Los envíos a Alemania, la mayor economía de Europa, a través del gasoducto Nordstream 1, han caído en dos tercios. Aunque en este caso, el Kremlin culpaba a una pieza que fue enviada a Canadá para mantenimiento y no ha regresado por las sanciones. Los líderes europeos rechazan esa excusa y hablan de una decisión política para provocar incertidumbre y repunte en los precios.

Los 27 están buscando mercados alternativos, incluyendo el más caro gas natural liquado (GNL) de EEUU y Qatar, al tiempo que tratan de recortar el consumo y así llenar sus almacenes de gas de cara al invierno, época en que sube la demanda por las calefacciones de los hogares. La capacidad de almacenamiento rondaba la semana pasada el 65% y el objetivo es el 80% para noviembre.

En los mercados internacionales se han disparado los precios, lo que ha puesto bajo mucha presión a la industria europea, muy dependiente de ese combustible. El gas se usa en numerosos procesos, desde forjar acero a fabricar automóviles, hacer botellas de cristal a pasteurizar leche y queso. Muchas empresas han advertido que no pueden, de la noche a la mañana, cambiar a otras fuentes de energía.

Todo en medio de una inflación histórica que amenaza con provocar una recesión: los consumidores con menos capacidad adquisitiva, gastan menos; las empresas pierden clientes y contratan menos.

"La sociedad europea tiene que ser consciente de que esta es una prueba de resistencia y nosotros tenemos que tener la resistencia suficiente para seguir apoyando a Ucrania. No tenemos otra solución. Ellos tampoco", dijo esta semana Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, tras la reunión que los ministros de Exteriores del bloque.

El diplomático español, citado por EFE, se mostró "convencido de que Putin cuenta con la fatiga de la democracia" porque "cree que las democracias son débiles”. "La sociedad europea -agregó- no puede permitirse la fatiga".

¿Cómo gana Putin con las sanciones europeas?

Aunque las sanciones han hecho que Rusia exporte menos energía (gas y petróleo), la subida de precios hace que hayan aumentado sus ingresos, según datos de la Agencia Internacional de la Energía citados por AP.

Es más, desde que lanzó la invasión a finales de febrero la media de ingresos por exportaciones de gas y petróleo se ha doblado respecto a la media de los últimos años. El incremento en los últimos cinco años es el triple de lo que normalmente ingresa por sus exportaciones de gas a Europa un invierno.

Así que Putin, con el dinero en la mano, podría considerar que unas facturas más dolorosas para los ciudadanos de Europa y una recesión podrían llevar a la opinión pública a dejar de apoyar la lucha de Ucrania y optar más por forzar una salida negociada que beneficie al Kremlin.

Al menos eso temen los europeos. El presidente francés, Emmanuel Macron, por ejemplo, acusó a Putin de usar la energía como "un arma de guerra".

"Con lo que hemos visto a lo largo del último año, sería poco inteligente descartar que Rusia decidiera renunciar al dinero que ingresa por exportar gas a Europa para fortalecer su situación política", dijo el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol.

De hecho, Putin dijo el martes pasado que los envíos de gas por el NordStream 1 irían decayendo si no regesa de Canadá la turbina que fue enviada para reparaciones. Canadá ha dicho que ya autorizó el envío. Este lunes parece haberse consumado la advertencia.

Los problemas del euro, algo de Putin y también la Fed

Salvo a lo largo de 2002, año en que el euro entró en circulación, la moneda europea había cotizado siempre por encima del dólar. Incluso en 2008 llegó a valer $1.60. Pero tras perder alrededor de un 15% del valor, la divisa comunitaria cotiza prácticamente en paridad con la moneda estadounidense.

La inflación descontrolada y el riesgo de recesión por la incertidumbre en el mercado energético tras las sanciones a Rusia son algunos de los factores detrás de la caída del euro. También, por supuesto, la fortaleza del dólar, moneda refugio que se ha apreciado frente a numerosas divisas, no solo la europea.

En su caso, la moneda estadounidense se ha visto impulsada por la agresiva política monetaria de la Fed que en su afán por combatir la inflación ha impulsado sucesivas subidas de las tasas de interés y ha anunciado más.

"Los mercados especulan con que el 27 de julio la Fed va a subir las tasas en 100 puntos básicos y no 75", señalan economistas del banco alemán Berenberg. “Si pasa esto, el dólar podría fortalecerse más”.

Sea por Rusia o por la Fed, el problema está en que un euro débil, por más que haga competitivas las exportaciones, provoca más inflación, ya que se encarecen las compras de activos energéticos y otros muchos productos, que se hacen en dólares.

Y Putin debe de saber que la recuperación del euro frente al dólar pasa por la normalización del flujo de gas. Es por eso que la incertidumbre que azuza con sus declaraciones y los recortes de Gazprom no son más que una manera de continuar ahogando a los aliados del gobierno de Ucrania.

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